Guía de Albania
Albania es famosa por sus playas al mar Adriático. Su costa es una reclamo turístico que cada año atrae a veraneantes que quieren disfrutar de sus pueblos enclavados en la montaña de laberínticos relieves. En invierno la nieve cubre sus montañas ( a eso se refiere el nombre de Albania ).
Es un país que ha permanecido aparte durante siglos y su aislamiento internacional hasta fechas recientes hace que sea uno de esos destinos por descubrir para viajeros intrépidos y con presupuestos ajustados.
A lo hora de coger el billete de avión los vuelos más comodos son los que no tienen escalas al Aeropuerto Internacional Madre Teresa, pero normalmente es más barato viajar a Italia o Grecia y tomar el ferry. En Italia hay barcos desde Bari a Durrës y Ancona a diario. También hay autobuses desde Tesalónica, Estambul, Sofía y Pristina ( Kosovo ).Tenemos que tener en cuenta que Albania no exige visado para ciudadanos europeos, austrialianos, neozelandeses, estadounidenses y canadienses; sin embargo si hay que pagar unas tasas de entrada y salida al país, tanto por las personas como por los vehículos privados.
Circuitos y rutas por Albania
Un buen itinerario para conocer Albania puede empezar en Tirana para a continuación ir a Butrint y el castillo de Gjirokastra. La ruta terminaría en las playas próximas a Saranda, una auténtica delicia.
Tirana
La capital albanesa es un puzzle de distintas arquitecturas y ambientes y nuestro punto de referencia será Sheshi Skënderbeg, la plaza central. Hacia el sur por Dëshmoret encontraremos vestigios comunistas, como su antiguo cuartel general, y el actual edificio del gobierno albano. En esta calle también se agrupan los principales restaurantes. Hacia el norte está la estación de autobuses. En la plaza está el Museo de Historia albano y el Palacio de cultura.
Durrës
Durrës tiene una larga playa a lo largo de la localidad que resulta algo peligrosa porque los coches circulan por ella. Podemos visitar la mezquita y los yacimientos arqueológicos alrededor de ella. Al este está la bahía y la estación de tren y en lo alto está el Palacio del Rey Ahmet Zogu.
Gjirokastër o Gjirokastra
Al sur de Albania está Gjirokastër, una anciana ciudad-museo que es un auténtico espectáculo natural y un laberinto en el que es fácil desorientarse. Tiene edificios del siglo XIX de formas muy variopintas y un castillo del siglo VI antes de Cristo.
Saranda ( Sarandë )
Esta pequeña localidad serpentea por la colina disfrutando del mejor clima de Albania. Hay un centro arqueológico en la cercana Butrint, que se cree fundada por los troyanos. La mejor playa de la zona es la de Ksamili, unos 17 kilómetros al sur. Esta playa es paradisíaca y tiene cuatro islas a las que se puede llegar a nado.
Conocer Albania
Una buena manera de aproximarse al mundo Albano es a través de su más famoso escritor, Ismail Kadaré y su Crónica en piedra ( 1971 ), donde encontraremos información sobre las tradiciones albanas.
Su moneda oficial es el Lek y su capital es Tirana. Es un país forjado de la reciente independencia del imperio Otomano y del reino de Italia. Este país no supera los tres millones y medio de habitantes y habla albanés y algo de griego en el sur.
Fue el último bastión del comunismo en Europa ya que no inició las reformas para la economía de mercado hasta mediados de los ochenta.
Los bunkers
A lo largo y ancho de Albania encontrará unos curiosos bunkers construidos en los años de la dictadura comunista de Enver Hoxha. Son unos curiosos refugios que se pensaron para repeler los ataques exteriores ( que nunca llegaron a ocurrir ) y que hoy crían maleza y son pintados por la población local como un mal recuerdo del pasado. Estos bunkers fueron preparados para resistir disparos de tanques y ataques aereos y hoy sólo sirven para dar un extraño aire al paisaje y recordar los tiempo de la paranoia militar de la guerra fría.
La cultura albana
La etnia predominante en Albania es la albana y hay una minoría de griegos. Por lo general son gente hospitalaria y tienen algunos gestor distintos como ladear la cabeza a ambos lados para decir sí ( Po ) y girarla para decir no ( Jo ) que nos pueden extrañar. En Albania veremos una fuerte brecha generacional entre jóvenes pro-occidentales y las viejas generaciones que todavía guardan en los pueblos los atuendos y costumbres de la dictadura.